El regreso de mi chancho "juanito"

Casi cuatro décadas tiene mi chancho, que hasta la aparición de "Chancho en Piedra" nunca tuvo nombre. Incansable compañero de juegos, leal, nunca un reclamo por las patadas o por el hueco que le hice en el traste para poder sacar las monedas que celosamente guardaba, desde ese instante nunca más fue alcancía. De paseo en la parrilla de la bicicleta o en el carro de arrasate de mi Go-Kart de pedales, ibamos a todas. Me acuerdo que en más de una ocasión fue mi compañero de cama, los sustos y temores nocturnos, ya no eran tan terribles si él estaba cerca. Hasta los 23 años nunca me separé de él, luego cuando vinieron los hijos, la Fran le decía Don Chanchisco y lo pescaba en brazos por todo el departamento y se metía debajo de mi escritorio y creo que le conversaba, él obviamente estoico la escuchaba, (para eso tiene experiencia de sobra). Luego llegó Mauricio y no lo infló mucho, y ahí quedó en el olvido, guardado en el rincón más oscuro de algún closet o en alguna bodega. Hace algunos años por esas cosas que pasan sin explicación, se fue a vivir al campo y ahí estuvo hasta la semana pasada que ya me decidí y con artes mañosas, lo traje a la casa de nuevo. Curiosamente la misma casa donde nos criamos JAJA. Que refresco en el alma dura y congestionada me produce verlo, se que ni mis hijos lo miran como yo lo miro, lo quiero mucho y aunque es un pedazo de plástico, tiene mucho de mi.

En resúmen "Gracias por haber vuelto Don Chancho"